La fe es lo que provoca que el cielo descienda a la tierra.
Todos sabemos que la fe es la certeza y la convicción de lo que no vemos y esperamos, pero también si no se activa dando pasos de fe nada pasará con ella.
Hay una promesa de Dios en su palabra y es:
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Romanos 8:28
Así que debemos perseverar en medio de las pruebas y dificultades porque él prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el final y si nuestro propósito es mayor que la misma muerte eso quiere decir que con esas tormentas que tratan de hacernos dudar debemos seguir adelante porque aun no hemos llegado donde tenemos que llegar.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Marcos 11:23
No es tiempo de rendirse ni de tirar la toalla, es tiempo de creer y de declarar que lo que creemos vendrá y Dios se glorificará como siempre lo hace.
Nada sucede si alguien no lo declara primero, ni sucede por suceder sino porque alguien lo provoco con fe y con esfuerzo.
¡Hoy no es un buen día para rendirse, pero si para seguir hasta lograr lo que esperas!
Comments