Estamos viviendo el principio de los últimos tiempos.
Guatemala experimento un avivamiento en la década del setenta y ochenta en la ciudad de Almolonga, del cual aun se habla en muchas naciones, sin embargo esto parece que ha quedado en la historia y las nuevas generaciones desconocen lo que el Espíritu Santo es capaz de hacer cuando encuentra a alguien que desafié las leyes de la religión o de la tradición por medio de un ingrediente sobrenatural, ¡la expectativa!
La Expectativa es lo que activa lo que por fe esperamos es algo más allá de lo natural o lógico, es lo que pontecializa la esperanza y la perspectiva.
Cuando Jesús dice: la cosecha esta lista, lo dice intencionalmente para dar a entender que debe ser recogida, cuidada y multiplicada.
La única manera de ser relevante y lograr ampliar tu esfera de influencia para ganar multitudes es que te esfuerces haciendo algo más de lo que todos están haciendo.
Dios pone a nuestro alcance todos los medios y recursos posibles para predicar el evangelio y para ir por la cosecha. Es el tiempo de avivar el fuego del don de Dios que esta en nosotros para ir con poder y autoridad por aquellos que de oídas han oido de Jesús pero aun no lo pueden ver con sus ojos.
¡Heme aquí envíame a mí, yo iré que dispuesto estoy!
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